sábado, 6 de agosto de 2016

VIDEO: Sombras Coral y mucho brillo




¡Hola!

Me encantó hacer este look con tonos coral porque siento que da un lindo contraste con los brillos dorados.

Para este look utilicé la paleta de Bh Cosmetics con Jenni Rivera. No estoy segura si está disponible todavía pero este es el link de la página: Bh Cosmetics

Para el toque de brillo use el delineador de Sleek Makeup y me gustó mucho por lo práctico que es.

Es un look que puedes usar para una ocasión especial y puedes agregarle un poco más de intensidad si así lo desea.

¿Te animas a hacerlo?

Un abrazo en la distancia,


jueves, 28 de julio de 2016

Te ví y mi vida cambió


Son las 12:12 pm de ese cálido lunes 16 de marzo. Escuché tu primer llanto y sentí que el corazón se me iba a salir. “Es un niño”, dijo el doctor. Tu papi y yo nos vimos a los ojos y no pudimos evitar llorar. Te acercaron a mí, pude sentir tu piel junto a mi rostro y te di el beso más dulce que jamás di. Te alejaron de mi lado y no pude verte hasta el siguiente día. Papi estuvo junto a ti los cinco minutos de cada hora que le permitían en el intensivo. Me tuve que conformar con las fotos que él me traía en donde se veía tu carita llena de paz. Moría por tomarte en mis brazos y me motivaste a ser fuerte aunque el dolor de la operación era casi inaguantable.
Al día siguiente, me levanté temprano y me bañé y arreglé para irte a ver. Ese camino en silla de ruedas se me hizo eterno. Solo quería correr a verte y abrazarte. Entramos al intensivo. Me lavé muy bien las manos y me puse la bata. Y, ahí estabas. Tan pequeño pero te veías tan fuerte. Eras tres libras y media de pasión por vivir y me sentí tan orgullosa de verte tan fuerte, incluso con miles de cables junto a ti.
Recuerdo haberte dicho: “Hola, soy mamá”. De inmediato abriste tus ojitos y no pude evitar llorar. Eras tan perfecto. Te movías como cuando estabas dentro de mí y supe, desde entonces, que venías decidido a comerte el mundo. Me sentí tan afortunada de poderte dar de mamar y, aunque no tenía ni idea de qué hacer, tú me mostraste el camino. Fueron muchas horas las que estuvimos tan cerquita, que amé poderte tener solo para mí. Papi hizo un gran trabajo al cangurearte y esa imagen de mis dos amores juntos es indescriptible.
Pasamos una semana en el intensivo y di muchas gracias a Dios que solo necesitabas ganar peso para poderte llevar a casa. Te confieso que tenía mucho miedo de sacarte del hospital. Quizá eran las hormonas las que me estaban afectando o el miedo a que te pasara algo. Pero tú me enseñaste que eres más fuerte de lo que todos pensaban. Esa primera noche en casa dormiste entre nosotros. La pequeña cunita se veía enorme contigo en medio y tratamos de descansar tomados de tu mano. El despertar fue algo maravilloso. Por fin te teníamos a nuestro lado y, aunque no sabíamos hacer mil cosas, parecía como que nos ibas guiando a cada paso.
Este fue el inicio de esta gran aventura. Creía que tenías tanto que aprender pero me enseñaste cosas que, a mis 31 años, no sabía. Creía conocer el amor incondicional, pero me enseñaste que hay vínculos invisibles que son muy fuertes. Me enseñaste a enfrentar los retos y a salir adelante, aún si solo mides 45 centímetros. Me enseñaste que los pequeños milagros son los que hacen de esta vida, un viaje maravilloso que vale la pena vivir.

Un abrazo en la distancia,

viernes, 15 de julio de 2016

¡Tutorial de maquillaje sutil!



¡Hola! ¿Qué tal? Hoy les traigo un nuevo tutorial de mi canal de YouTube. Aquí les dejo también la info de los productos que utilicé.

Para prepara mis párpados utilicé el Jumbo Eye de Nyx en color Milk. De esta marca también use el delineador líquido Aquí los compré: http://www.nyxcosmetics.com/




Las sombras que utilicé fueron de BH Cosmetics. Esta paleta tiene 28 colores neutrales y me encanta porque la mayoría son mate y te da muchas opciones de looks. Este es el link de la página en dónde lo compré: http://www.bhcosmetics.com/



Para las pestañas, me encanta utilizar este rímel de Maybelline que se llama The Falsies.






Las brochas que utilicé son una mezcla entre Sigma: https://www.sigmabeauty.com/ y Bh Cosmetics.

Les dejo el link al video para que pasen a verlo. 
Un abrazo en la distancia,


lunes, 27 de junio de 2016

Mi Compañero de Viaje



Esto de la paternidad no es nada fácil. Claro, no por eso deja de ser genial. Es en esos momentos en los que nos sentimos un poco abrumadas, especialmente si somos primerizas, el tener a alguien a nuestro lado es algo que no tiene precio.
Cuando nos dijeron que nuestro bebé nacería un mes antes, el corazón nos dio un vuelco enorme. Desde ese día hasta hoy, año y tres meses después, ha sido una aventura sobrevivir entre situaciones imprevistas en las que superamos los consejos no pedidos con un: “nosotros sabemos qué es lo mejor para nuestro peque”
En los últimos días, me puse a pensar que no siempre nos tomamos el tiempo de agradecer a nuestra pareja por todas esas cosas que hacen para volver este mundo caótico un lugar más emocionante. En mi caso, estas son seis cosas que él ha hecho para hacer de esta experiencia algo increíble:
1. Estuviste a mi lado desde el inicio. Recuerdo las lágrimas en tus ojos al oír la noticia del embarazo, la emoción por escuchar por primera vez el latido de su corazón y tu sonrisa cuando nos dijeron que era un niño. Sentirte parte de esta experiencia me ha dado confort en los momentos duros y ha potencializado este amor que sentimos.
2. Eres práctico y calmas mi mundo. Sí, he pensado algunas veces que la simplicidad con la que tomas las cosas en ocasiones, pareciera que no le das la misma importancia que yo, hoy veo que es porque le das a todo su justo valor. Gracias porque en esa primera noche los tres juntos, me diste seguridad para saber que íbamos a ser capaces de cuidar de ese pequeño bebé. Sé que muchas veces cuando estábamos dormidos verificabas que bebé estuviera calientito y te asegurabas que sí respiraba (un miedo de papás primerizos). Tu forma de ser tan práctico hace que no me estrese por cosas que no debo.
3. Siempre estás dispuesto a probar cosas nuevas. Desde “cangurear” al bebé en sus primeros meses de vida o ir de compras con él usando un cargador, has estado dispuesto a buscar las mejores formas para que todos estemos cómodos.
4. Somos un gran equipo en la lactancia. Es reconfortante sentir tanto apoyo en las interminables horas que bebé pasaba alimentándose. Siempre estuviste pendiente si tenía sed o hambre y te asegurabas de arreglar las cosas de la casa para que no tuviera que preocuparme por eso. Gracias por ser parte de esta experiencia y pedirme que te preparara pachitas con leche materna para poderle dar tú a bebé. Sé que es un vínculo que tú y bebé pudieron experimentar y me alegra que fueras parte de este.
5. Nos damos espacio para estar a solas con el bebé. Esos momentos que le dedicamos a estar cada uno a solas con el bebé hacen que el vínculo sea más fuerte. Las charlas sobre fútbol y las clases de guitarra serán parte del lenguaje especial que los dos compartirán. Nuestro bebé sabe que tiene al mejor amigo que podrá conseguir.
6. Eres paciente conmigo. Gracias porque en esos días en los que las hormonas me jugaban una mala pasada y dudaba sobre todo lo que hacíamos, tú siempre me calmaste con amor y me hiciste saber que lo estábamos haciendo bien.
Y en este viaje, hay una frase muy cierta de Umberto Eco que me viene a la mente: “Creo que en lo que nos convertimos depende de lo que nuestros padres nos enseñan en los ratos perdidos, cuando no están tratando de enseñarnos. Estamos formados por pequeños trozos de sabiduría”. Estas son unas de las muchas cosas que hemos podido experimentar en este mundo de la paternidad. Gracias por ser mi compañero de viaje. <3

Texto previamente publicado en: http://cosasdewiros.com/mi-companero-de-viaje/ 

sábado, 25 de junio de 2016

¡Un Tiempo Para Mamá!


La maternidad es algo asombroso y entre las miles de cosas que tenemos que hacer, dejar un tiempo para nosotras es a veces complicado. Entre preparar la comida, escuchar las historias de nuestros peques, llegar a tiempo al trabajo y recordar los eventos importantes, terminamos exhaustas.
Es importante que nos dediquemos a mimarnos porque nos ayuda a relajarnos y a recordarnos que merecemos darnos tiempo a nosotras mismas. En un mundo ideal, eso implicaría hacernos las uñas, arreglarnos el pelo, quizá un masaje y un facial para relajarnos. Esto rara vez lo podemos hacer pero hay pequeñas cosas que nos pueden ayudar a sentirnos mejor.
Estas son tres mini-rituales que te harán sentir renovada:

1. Un facial exprés:

Mezcla tres cucharadas de miel con una de hojuelas de avena y, luego que todos se vayan a dormir, colócatela y déjala reposar en tu rostro por cinco minutos. Retírala con agua tibia. Sentirás tu cutis más humectado.

2. Manicure y música:

Busca un esmalte de un color beige o rosadito claro para evitar que se note tan rápido cuando se empieza a descascarar. Limpia con acetona cualquier rastro de esmalte y aplica aceite en las cutículas. Escoge tu playlist favorito y dedícate 15 minutos para hacerte un rápido manicure.

3. Peinado nocturno:

Para evitar quejarnos que siempre usamos cola, lavarnos el pelo en la noche nos ayudará a despreocuparnos al día siguiente. Puedes aplicarte un poco de shampoo en seco para ayudar a mantener el pelo más fresco.

Si quieres una idea de un look fácil y rápido, puedes ver este tutorial que preparé.
Recuerda que es muy importante cuidar de nuestra familia y eso nos incluye a nosotras mismas ;)
Un abrazo en la distancia.

Texto previamente publicado en: http://mamasamandoelcaos.com/post/127

miércoles, 22 de junio de 2016

No se Puede Todo al Mismo Tiempo


A mí siempre me inculcaron que desarrollarse en el área laboral y familiar era igual de importante para la realización personal. Siempre me dijeron que iba a ser capaz de hacer todo lo que me propusiera, lo único que se les olvidó mencionar es que no iba a suceder todo al mismo tiempo.
A mis 31 años, con tres años de casada y un bebé de seis meses, he podido experimentar cómo con el paso de los años las responsabilidades aumentan. Esto parece ser algo obvio, pero te das cuenta de la magnitud de lo que estás experimentando hasta que estás caminando en esos zapatos.
En ocasiones, en especial entre mujeres, somos muy críticas sobre la vida de los demás. El “yo lo haría de otra forma” o “se nota que no sabe lo que está haciendo” , son frases que se pueden escuchar cotidianamente. Y la realidad es que nos atrevemos a juzgar con sólo ver la punta del iceberg. No sabemos por lo que está pasando esa persona o lo que la motiva a actuar de “x” o “y” manera.
Y, siendo totalmente honesta, manejar trabajo, casa, hijo, esposo, familia y amigos puede resultar en una labor titánica. Tratar de equilibrar todo, sin morir en el intento, es uno de los logros más anhelados cada día. Y es aquí que miro hacia atrás y reprocho un poco el que a las mujeres muchas veces se nos inculquen cosas sólo desde un punto de vista.
Claro, podemos ser mamás, esposas, amigas, hijas y demás personajes que debamos interpretar, pero cada cosa en su tiempo. El elegir entre tener un trabajo que tenga un horario flexible para tener suficiente tiempo de calidad con tu familia, versus uno que demande interminables horas de trabajo y regresar a casa cuando todos ya se han dormido, son decisiones difíciles que en ocasiones nos toca tomar. Con esto no estoy diciendo que debamos ser las pobres víctimas del destino que tienen que sacrificarlo todo por su familia. Por supuesto que no. Simplemente que con las etapas de la vida, tus prioridades cambian y es aquí en donde te das cuenta que no puedes tenerlo todo al mismo tiempo.
Después del shock inicial, poco a poco vas balanceando y dejando ir algunas cosas para darle espacio a otras que, por el momento, serán más importantes. Y al final… pues al final te das cuenta que es tiempo de madurar y que valen la pena los nuevos retos. Ajustar nuestra perspectiva de lo que hacíamos y de lo que ahora hacemos se vuelve algo esencial para sobrevivir. Aunque quisiéramos seguir con la parranda de lunes a lunes, o gastarnos todo nuestro sueldo en cosas para nosotras, llega un momento en el que le damos paso y aceptamos el resultado de nuestras nuevas decisiones.
Y bueno, te dicen que puedes hacer todo, pero se les olvida mencionar que no lo podrás hacer todo al mismo tiempo. Y al final… al final entiendes por qué.

viernes, 17 de junio de 2016

Soy una Susanita


Para los que no están familiarizados con Susanita, es un personaje de Quino, el creador de Mafalda. Esta peculiar niña se caracteriza porque toda su vida gira en torno a su deseo de ser mamá, tener su casa, un esposo… Me entienden por dónde voy. El asunto es que últimamente he sentido que la presión que tenemos las mujeres por ser independientes, autosuficientes y exitosas sin importar qué, hacen que el deseo de formar una familia se vea cuasi-satanizado. Más de una vez he escuchado, y lo he dicho, lo acepto, la frase “pareces Susanita” con un tono burlón menospreciando la emoción que se tiene por esa etapa de la vida.
Sí, hay mujeres que no sienten que ser mamá o casarse sea para ellas porque hay tantas cosas en el mundo que “dejarían” de hacer si se “atan” a alguien más. Totalmente de acuerdo. Cada quién con su vida. PERO habemos otras mujeres las cuales sentimos un deseo inmenso de vivir la maravillosa experiencia de la maternidad y de formar una familia. Y si eso significa ser Susanita… pues… Soy una Susanita.
Y es que esto de las feministas, tema en el que no ahondaré por ser algo totalmente diferente, ha hecho que en ocasiones tengamos que ser menos eufóricas con respecto a cosas cotidianas como: ya puedo hacer arroz sin que se me queme, estamos al día con las cosas que hay que lavar, tenemos un plan de menús diarios para el mes o cuál jabón de platos será el más amigable con el ambiente. Sí, no son cosas que cambiarán el mundo pero no por esto dejan de ser menos importantes que obtener un nuevo puesto de trabajo. Y es que la importancia de las cosas está en la sutileza y la empatía: ponernos en los zapatos de los otros. Porque si suben o bajan las acciones de la bolsa para mi es tan importante como saber si ya lograron contar con exactitud cuántas estrellas hay en el universo, pero eso no hace que pase posteando por las redes sociales lo absurdo que es que la gente se preocupe por eso… ¿Me explico?
Con tantas cosas que pasa en el mundo, el común denominador es la falta de xxxx y de respetar que todos tenemos derecho a pensar como se nos de la gana. Nos afanamos tanto por querer tener la verdad absoluta que no estamos dando lo que pedimos a gritos: libertad.
Libertad para decir lo que siento que es mejor para mí. Libertad para poder alegrarme por lo que yo creo que debo alcanzar, ya sea trabajar 18 horas al día y que toda mi vida gire en torno a mejorar profesionalmente o a tener toda la tarde libre para saltar charcos con mi peque. Cada quién decide qué es lo importante y ser capaces de alegrarnos por los logros de los demás, sean o no logros “suficientes” para nosotros, hará que la sociedad cambie el chip y podamos vivir con más paz.
Al final, no importa si te quedas en casa, pasas en el trabajo de sol a sol, si te gustan los hombres, las mujeres, ambos, si tu felicidad está en viajar y no aferrarte a nada o en la seguridad de saber que al final del día alguien te espera en casa. Lo importante es ser capaces de dejar el egoísmo y ver la vida y las decisiones de los demás con sus ojos y alegrarse por el rumbo que cada quien decide.
Sí, para muchos “Ser Susanita” podría ser un desperdicio. Pero para mí, está siendo una de las cosas más increíbles de este mundo. Le parezca a quien le parezca.
Los invito a ser más empáticos y a recordar que cada quien mide sus propios logros con base en lo que quiere de la vida.
Texto previamente publicado en: https://elindependiente.gt/soy-una-susanita/

viernes, 3 de junio de 2016

“Pero tú ni siquiera cantas…”


Alejandro Sanz alborotó al mundo de la farándula con esas declaraciones al referirse al cantante de reggaetón J. Balvin durante un capítulo del Reality Show “La Voz… México”. Obviamente este tipo de polémicas entre celebridades se fomentan para aumentar el Rating, pero hay que decirlo, el cantante de “Corazón Partío” no escatimó esfuerzos para arremeter contra el cantante colombiano.
Todos lo vimos y todos nos enteramos. Y cuando alguien con la trayectoria, el talento, la experiencia y el reconocimiento que tiene Alejandro Sanz te dice algo como eso, deberías reflexionar sobre qué estás haciendo. Fueron tres cosas las que Sanz soltó en menos de un minuto: “Tú ni siquiera cantas”, “No debes tener quién cante por ti”, y “tremenda poesía… tremenda poesía”, remató refiriéndose a las letras del reggaetonero.
No se trata de escoger bandos. Ni de si nos gusta la música de uno u otro artista. El morbo y la polémica alimentan diariamente el entretenimiento en el mundo. Quizá este escándalo haya tomado revuelo porque las palabras de Sanz no carecían de verdad. Cuando letras como “Siempre es de Noche” te cuentan la historia de un ciego que está enamorado (cosa que me impactó al estudiarla detenidamente) o “Tu letra podré acariciar” que es una canción de agradecimiento al apoyo de sus fans, aunque la entreteje de manera tal que parece una canción de amor más, notas que el compositor se esfuerza bastante en confeccionar música de primer nivel. No hace música por salir del paso o por la necesidad de estar a la moda en un mundo cambiante.
Y lo que nos enseña es que hasta para generar polémica hay que tener clase. Esto lo podemos relacionar con la famosa suma equivocada de la chica de “Combate” y otras polémicas más recientes en los medios nacionales. Es cierto, una polémica siempre va a atraer la atención de las personas. Y algunos aún piensan que “Cualquier publicidad es buena publicidad”, cosa que ya se ha desmentido con ejemplos concretos.
La idea de esta entrada es reflexionar sobre cómo se maneja el discurso de los medios, cómo la audiencia reacciona ante estos escándalos y cómo algunos pueden salir ilesos de un desgaste mediático debido a su carisma, a su forma de manejar el discurso y a la reputación que les antecede.
J. Balvin seguramente pensó mucho en las palabras de Sanz luego del programa. Aprendamos la lección, recordemos que no cualquier publicidad es buena publicidad.
Texto previamente publicado en: https://elindependiente.gt/pero-tu-ni-cantas/

lunes, 30 de mayo de 2016

No solo son disfraces y cómics


La semana pasada fuimos al estreno de X-Men Apocalypse, por insistencia de mi esposo. Había personas con playeras con diseños de los personajes de Marvel, e incluso una persona con el casco icónico de Magneto. Estaban ahí los verdaderos fanáticos de estas historietas de acción.
Debo ser honesta, pensaba que iba a ver una película con muchos efectos especiales, explosiones y súper poderes sin explicación. No es mi tipo de películas, pero de alguna manera entendí toda esa fiebre y esa emoción por esta ya larga franquicia. No se trata ni de los efectos, ni de los poderes de los mutantes sino se trata de la incomprensión humana.
Stan Lee, quien aparece en un cameo del filme, entendió todos los prejuicios que abundaban en su época, donde hasta habían baños independientes para afroamericanos y blancos en Estados Unidos, y creó una historia sobre segregación. Los mutantes son discriminados por ser diferentes, los humanos les temen porque no los comprenden y por ello muchos quieren destruirlos. La nobleza y el idealismo del Xavier lo lleva a reclutarlos y llevarlos a una escuela donde nadie los juzgará por ser diferentes.
Frente a este ideal se encuentran los mutantes como Magneto y Apocalipsis, que se creen superiores a los humanos e intentan destruirlos. Magneto es el centro de la atención en esta película siendo él la persona (o el mutante, mejor dicho) que puede inclinar la balanza a favor de la humanidad.
Ese trasfondo me parece muy adecuado. Ese de tener fe y esperanza en la humanidad. Hasta cierto punto todos somos mutantes, todos somos incomprendidos y es nuestro deber hacer nuestra vida en la Tierra más placentera, más aceptable y más tolerante. Existen algunos que se sienten Apocalipsis, superiores a todos los demás, y les importa poco lo que pueda ocurrirle a alguien aparte de sí mismos. Sin embargo, hay una gran cantidad de personas que son como los estudiantes de la mansión, que no saben todo su potencial, que no tienen el entrenamiento ni conocimiento para utilizar sus habilidades para beneficio de la humanidad.
Así fue como entendí la película y la saga completa. Siempre hay un momento en la vida en que podemos ser estudiantes, ser Apocalipsis, ser Magneto o ser Charles Xavier. Este último no pierde fe en la humanidad y en los mutantes pese a que quedó paralítico justamente por ese sueño. ¿A qué bando pertenecemos? ¿Nos importa poco lo que le pase a los demás o hemos comprendido nuestro rol en esta vida?
Quizá sea una gran reflexión la que nos deja esta película.

viernes, 27 de mayo de 2016

Dejando ir la lactancia


Pareciera que llevo toda una vida a tu lado. El papel de mamá ha hecho que en ocasiones mis otros roles no tengan tanto protagonismo. Parece que fue ayer cuando me enteré que ya estabas en mi vientre, o cuando por fin nos conocimos por primera vez tu papi, tú y yo. Parece que fue ayer cuando te oí decir mamá y todo cobró un sentido diferente.
Estoy muy orgullosa del camino que hemos recorrido juntos. Hemos sido un gran equipo y hasta papá ha aprendido cómo se cuida de la leche materna y a limpiar el millón de partes del saca leche. Este año y dos meses de lactancia han sido una bendición enorme el poder alimentarte física y emocionalmente. No, no ha sido fácil. Pero quién dijo que lo bueno no cuesta. Has sido muy paciente e incluso en esos días en los que el estrés y las miles de cosas por hacer me han apartado de ti, esperas con mucha emoción ese momento especial. Ese momento en el que todo el mundo deja de girar y solo estamos tú y yo.
Tu cuarto ha estado listo desde antes que nacieras y hemos logrado hacer los cambios para ayudarte a adquirir nuevas destrezas. La cama tipo Montesorri ha sido testigo de días de juego, tardes de siesta y ahora de noches de descanso.
Quisiera estar siempre junto a ti, claro que quisiera. Y es en estos momentos en los que mi parte Mamá no quiere que nos separemos pero mi parte adulta sabe que es lo más sano. Y ha sido tan asombroso cómo has madurado que parece que tú estuviste listo antes que yo. Parece que estas listo para hacer tuyo tu espacio en el que soñaras, reirás y también llorarás. Ese espacio que será el confidente de tus sueños mas grandes y también de tus miedos. El lugar en donde te refugiarás para tratar de entender muchas cosas de la vida.
Probablemente estás más listo tú que yo. Pero tocará ser fuerte para darte la confianza de que todo va a estar bien. Que el vinculo que nos une es algo invisible pero tan fuerte que siempre estará, incluso cuando yo ya no esté.
Debo confesar que escuché muchas experiencias de otras mamás a las que la lactancia no fue algo tan mágico. Se enfocaban en los dolores, la “incomodidad”, las horas consumidas en el proceso, el que producían mucha o poca leche, en fin. Y llegando al final de esta experiencia puedo decir que no había experimentado sensación más satisfactoria que poderte dar de mamar. Estoy segura de haberte dado más que alimento. Fuiste testigo de cómo la persona que conociste el 16 de marzo se fue transformando y logró aprender a tu lado este maravilloso mundo de la maternidad.
Pensé que el momento en el que dejarás la lactancia no me iba a afectar. ¡Qué equivocada estaba! Es un sentimiento contradictorio. Por un lado, estoy orgullosa y sorprendida de cómo te estas comiendo al mundo con tu valentía y coraje. Por otro lado, temo tanto que ya no me necesites tanto. Sí, ya sé que siempre necesitarás a mamá, es solo que creo que no soy tan valiente como tú.
Será un desenlace maravilloso para nuestra historia. Una de muchas batallas que pelearemos juntos. Seré respetuosa sobre si quieres tomar de mi lechita o no. Tendrás la opción por el tiempo que necesites y, el día en que ya no te haga falta, estaré agradecida de poder haber llegado hasta ahí.
Recuerda que mamá y papá siempre estarán a cinco pasos de distancia.
Texto previamente publicado en: http://cosasdewiros.com/dejando-ir-la-lactancia/

martes, 10 de mayo de 2016

Me toca renunciar…


Esto de la maternidad se vuelve algunas veces un poco más complejo de lo que esperaba. No me tomen a mal, amo ser mamá. Es solo que hay momentos más complicados que otros. Esos instantes en los que una decisión puede definir muchas cosas.
Hace poco leí un artículo sobre las cosas a las que las mujeres nos toca renunciar. Una perspectiva muy interesante. Les dejaré el enlace al final por si quieren pasar a verlo al terminar de leer.
Empecemos por lo básico. Al momento de convertirnos en mamás las decisiones involucran a más de una vida. Es como aquellos libros en los que para continuar la historia te pedían que decidieras qué pasaría después y, dependiendo de tu respuesta, era la página que tenías que leer. Algo así… Solo que un poco más complejo.
Nos toca decidir volver al trabajo y llevar una vida dividida entre ser Mamá y mujer trabajadora. Eso tendría como consecuencia perder tiempo con la familia pero seguir avanzando profesionalmente. Si decidimos quedarnos en casita para dedicarnos 100% al peque significa que estaremos presentes en momentos importantes de su vida aunque eso signifique que las conversaciones sean en monosílabos y tratando de entender los gestos de una personita.
Es también tener que decidir entre lo básico: nos gastamos el dinero en algún evento o decidimos con madurez guardarlo para el súper de la quincena. Es pensar dos veces antes de hacer planes para el finde para verificar que todos estarán bien con la decisión.
Se lee un poco extremista pero en realidad así es, aunque muchas no nos atrevamos a aceptarlo. Es decidir entre perseguir un sueño a costa de todo o dejarlo en pausa para una siguiente ocasión.
No es algo fácil. Es elegir el puesto que tanto anhelabas, llegar tarde a casa, dejar a tu peque dormido en la mañana y encontrarlo igual, es seguir trabajando al llegar a casa y estar feliz por ello. Es decidir poner tu papel como Mami primero aunque a tu familia no le parezca, adecuar de forma más creativa la economía del hogar y estar feliz por poder estar con ellos más horas al día.
Sea lo que sea a lo que decidamos renunciar está bien. Si das de mamar, si prefieres la fórmula, si no los dejas salir sin suéter, si corres con ellos bajo la lluvia, si los metes a clases extracurriculares, si prefieres que inventen sus propios juegos, si te refieres a las tareas del cole como “nuestros deberes”, si confías en que los podrá hacer solo, esto y mucho más… Está bien.
Nos toca renunciar, sí y a muchas cosas constantemente. Solo tenemos que estar seguras de estar tomando las decisiones por las razones adecuadas.
Para mientras… Sigamos renunciando…
Link: http://nosotraz.com/2015/12/23/%C2%A8las-renuncias-de-las-madres%C2%A8-un-tema-viral-que-ha-puesto-a-meditar-en-ello/
Texto previamente publicado en: https://elindependiente.gt/me-toca-renunciar/

sábado, 7 de mayo de 2016

En el amor no vale ser valiente

By Corbis

Siento que la vida pasa tan rápido que a veces nos la complicamos más de lo que deberíamos. El amor y nuestras relaciones son una de las áreas más afectadas. De dónde nos habremos sacado la idea de que si en el amor no hay drama no es “amor”. Claro, no estoy diciendo que siempre sea así pero en más de una ocasión todos hemos sido víctimas de esos dramas innecesarios.
Sonará a cursilería, pero el amor implica más que estar con alguien. Es ser capaz de entender que no son dueños del otro pero que al mismo tiempo se pertenecen. Es entender que la libertad significa que aún en la distancia el cariño sigue intacto y tan fuerte como siempre. Es poder ser parte de triunfos tan grandes que a veces también implican tener que separarse. Y eso… Eso también es amor. Una versión más madura y menos utópica, pero amor al final.
Últimamente he escuchado historias de amores que pudieron ser y no fueron y no deja de ser triste. No sé si es que hemos visto muchas películas románticas de Hollywood en las que las personas saben que se aman pero dejan que un millón de cosas se interpongan en su felicidad.  Sí, la mayoría de esas parejas de cine acaban juntas pero no creo que pase tan seguido en la realidad.
No sé si es nuestra idea de que “si no cuesta, no vale la pena” o “es que hay que hacerse el difícil para que te valoren”. Sí y no. Es lograr un balance pero no dejar la historia en el “y si hubiera hecho”. Y lo digo porque siempre va a haber alguien más esperando el más mínimo descuido para poder conquistar y que está dispuesta a dejar todo el drama de un lado. Alguien que va a poder ver más allá y entender que vale la pena encontrar la forma de amar sin tanto rollo ni complicaciones. Alguien que deje de un lado el ego y esté dispuesto a amar sin condiciones.
Como diría Alejandro Sanz: “Se me olvidó que no he dejado nunca de quererte. Se me olvidó que en el amor no vale ser valiente”.  Y no, no vale dejar que el mundo decida sobre nuestra felicidad. Hay que escuchar más al corazón de vez en cuando 😉

sábado, 30 de abril de 2016

Nuestro lenguage interno

By Corbis

Con el paso de los años nos damos cuenta de lo importante que es la actitud con la que tomamos las cosas. Sin embargo, pocas veces somos conscientes de que el lenguage interno, la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos, tiene un gran impacto en nuestra vida.
A veces, creernos o no capaces de alcanzar alguna meta, está muy relacionado con nuestro lenguage interno. Esas conversaciones íntimas que tenemos con nosotros en las que intercambiamos ideas sobre lo que somos o creemos deberíamos ser. Esos momentos en los que tratamos de definir si vale la pena el riesgo o si mejor deberíamos retroceder.
Es interesante cómo llegamos a ser tan críticos con nosotros. Y claro que esto no siempre es algo malo, es sólo que en ocasiones, quizá por miedo a fracasar o a no llenar nuestras propias expectativas, estas pláticas se vuelven más intensas de lo necesario. Ser exigentes con lo que hacemos no se tiene que volver una especie de autosabotaje que haga que al final no hagamos nada.
Considero que, como en todo, el balance debe existir. Ser capaces de evaluar nuestras fortalezas y debilidades antes de decidir o no perseguir una nueva meta. Evitar ser tan duros y aceptar que tal vez solo debemos ajustar las velas y navegar hacia otra dirección.
Aprovechemos esos momentos en los que estamos solos. El camino hacia el trabajo, las mañanas mientras nos arreglamos o la interminable espera en la fila del banco para escucharnos y poder evaluar la calidad de nuestro diálogo. Además, será una buena forma de conocernos más y de seguir mejorando. Seguro te sorprenderás.

viernes, 29 de abril de 2016

Diez minutos para Mamá


La maternidad es una experiencia hermosa. En un abrir y cerrar de ojos somos responsables de una personita que viene a poner nuestro mundo de cabeza. Pero en este proceso, utilizamos todas nuestras fuerzas en suplir las necesidades de nuestro peque y llenarlo de mucho amor y en ocasiones nos olvidamos que también nosotras somos importantes. Estamos tan esmeradas en cuidar de nuestra familia que es fácil dejar nuestras necesidades para después.
Aunque parezca algo complicado, tomarnos 10 minutos para nosotras mismas nos puede ayudar a sentirnos con más ánimo y a motivarnos a enfrentar un nuevo día con una mejor actitud.
Esta rutina de maquillaje tiene cinco fáciles pasos que no te quitarán mucho tiempo en la mañana:
Humecta tu rostro
Este paso en muy importante para preparar nuestra piel y que luzca fresca y juvenil. Utilizar una crema que sea especial para rostro y para tu tipo de piel es esencial. Si vas a estar en actividades al aire libre, recuerda utilizar protector solar para rostro luego de la crema.
Corrector de ojeras
Los constantes desvelos hacen que nuestras ojeras se noten más. Utiliza un corrector sólo en las áreas que lo necesitas para darte una apariencia refrescante. Este debe ser solo un tono más claro que tu piel. Los correctores color salmón son ideales para ayudar a contrastar el color oscuro.
Aplica base en polvo
Aplica una fina capa. Este producto te ayudará a eliminar brillos y darle una apariencia más uniforme a la piel de tu rostro.
Usa rímel o mascara para abrir tus ojos
Debido a que no vamos a utilizar sombras, aplicar rímel es una buena alternativa que ayudará a que tu mirada se vea más intensa.
Rubor en las mejillas para toque final
Darle un poco de color a tus mejillas hará que tengas una apariencia con más vitalidad. Un buen tip para saber en dónde colocar el producto es aplicarlo en las áreas que se ponen más rojitas cuando te sonrojas.
Estos simples pasos te ayudarán a disfrutar de un momento para ti y a enfocarte en tu cuidado personal. Es importante que te tomes este tiempo para cuidarte con la misma pasión con la que cuidas a tu familia.
Un abrazo en la distancia,

Texto previamente publicado en: http://cosasdewiros.com/diez-minutos-para-mama/

viernes, 22 de abril de 2016

Practicando la Resiliencia

By Corbis

Me parece fascinante como para los peques adaptarse al cambio les parece tan natural. Supongo que vamos perdiendo esa habilidad con el paso del tiempo y nuestra necesidad de que las cosas sean siempre como nosotros queremos. Quizá nuestra vida sería un poco más fácil si recuperamos esta habilidad.
La resiliencia “es un proceso dinámico que tiene por resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad”. Luthar (2000). Es básicamente tener la capacidad de encontrar fuerza interior para sobrellevar las situaciones complicadas de la vida. Claro que es más fácil decirlo que hacerlo pero ponerlo en práctica nos puede cambiar la perspectiva de la vida.
En los últimos años he tenido la oportunidad de ser maestra en un colegio muy particular. En este no todos los niños inician el año escolar en el mismo momento porque dependen del trabajo de sus papás. Si ellos son transferidos a otro país tienen que agarrar sus cosas e irse. Dejan atrás a sus amigos, su lugar seguro y todo lo que ya es familiar para ellos. Parece el sueño de cualquiera tener la oportunidad de viajar por el mundo y estudiar en distintos colegios. Para ellos va más allá de poder conocer distintas culturas. Es dejar todo lo que conocen y empezar de nuevo una y otra vez. Y me asombra como, en la mayoría de casos, a su corta edad han logrado manejar sus sentimientos y disfrutar del proceso. Son capaces de sentir tristeza por la separación pero les emociona la nueva aventura.
He podido reaprender de sus experiencias y reafirmar que la actitud que tomamos frente a lo que nos pasa es clave para disfrutar de la vida.

Te invito a encontrar lo positivo incluso en esas situaciones que nos hacen dudar de que todo mejorará.


viernes, 15 de abril de 2016

Cuando hacer de todo no basta

By Corbis
Cuando entré a la vida adulta me di cuenta que no era como lo imaginaba. Me recuerdo que veía tan lejano el llegar a ser independiente y poder decidir sobre qué quería hacer y que no. Con el tiempo me di cuenta que a veces no es tan simple como blanco o negro. Los matices de gris tienen un papel muy importante.
Siento que nos han hecho sentir la necesidad de estar siempre ocupados. De lo contrario “no estamos siendo productivos”. En algún momento de nuestra vida quizá tenga un poco de sentido porque estamos tratando de aprender la mayor cantidad de información del nuevo trabajo o del pasatiempo recién descubierto. Sin embargo, tarde o temprano nos damos cuenta que la vida no es así. Nos damos cuenta que debemos ver más allá y que por estar “siempre ocupados” nos estamos perdiendo de la simpleza de la vida.
Estamos tan acostumbrados a llenar cada segundo de nuestro día que incluso nos llegamos a sentir culpables cuando tenemos “tiempo libre”. Entiendo que a veces es importante ser capaces de dar la milla extra por algún proyecto importante. Mi crítica va más enfocada a que pareciera que si no se está hasta súper tarde en la oficina no se “está lo suficientemente comprometido” con la empresa. Creo que tiene más sentido evaluar si el trabajo se está llevando a cabo o no y no cuántas horas se está en una oficina fingiendo trabajar duro.
La vida pasa tan deprisa que nos debemos de permitir el tomarnos el tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Cuándo fue la última vez que te sentaste a disfrutar un buen libro o que comiste sin prisa alguna. Estamos tan acostumbrados al corre corre que nos parece utópico tener tiempo para sentarnos a tomar un café sin que la excusa sea algo laboral.
Se nos va la vida en banalidades y en cumplir los sueños de alguien más. Se nos va la vida dejando lo importante para cuando haya tiempo sin percatarnos que esos momentos ya no regresan y que quizás ese después nunca llegue.
Te invito a que le des tiempo a esos pequeños placeres de la vida. A compartirlos con los que más quieras o a ser un poco egoísta y dedicártelo todo a ti. No hay problema. Lo que importa es recuperar el tiempo para vivir esos momentos que nos dan sentido a la vida y nos motivan a seguir.
No dejemos que los horarios nos dominen. Aprendamos a disfrutar cada parte de nuestro día dándole un poco de nuestro tiempo a cada cosa.

miércoles, 6 de abril de 2016

Te dejo ir a ti y no al recuerdo

By Corbis

Por nuestra vida pasan muchas personas con las cuales hemos tenido la oportunidad de vivir experiencias buenas y malas. A veces la vida nos lleva por diferentes caminos y no siempre sabemos si ignorar lo vivido o dejar que sea parte de nuestra vida.
Parece un poco egoísta con nosotros mismos el eliminar todo lo vivido solo porque ya no se está con esa persona. Muchas veces no nos damos cuenta que esas experiencias nos hacen ser las personas que somos ahora. Queramos o no van a formar siempre parte de una etapa de nuestra existencia.
Hemos aprendido a amar y a ser amados. Hemos sentido el dolor de un corazón roto y hemos sido también culpables de ese dolor. Hemos creido en el amor y también a veces hemos dejado de creer. No lo hemos hecho solos. Hemos tenido increíbles compañeros de viaje y también pésimos aleros. Al final, lo aceptemos o no, todo se traduce a aprendizaje gracias al viaje de la vida.
Pienso que requiere de madurez el poder separar un recuerdo de la persona con la que lo vivimos. Qué sería de la vida si dejáramos escapar lo que sentimos con nuestro primer beso. Esa mezcla de curiosidad, miedo y emoción hacia lo desconocido. O borrar por completo el hecho de que alguien nos dejó de amar. Qué sería de nosotros si no tomamos esas enseñanzas y usarlas para mejorar.
Todos tenemos a personas a las que agradecer por acompañarnos en nuestra vida. Quizá tengamos mucho tiempo de no verlas, tal vez las veamos con frecuencia o nunca nos las volvamos a topar. Lo que está claro es que compartieron una parte de nuestra existencia que nunca se volverá a repetir y que no podremos compartir con nadie más.
Parece absurdo el dejar tan en la superficie esos sentimientos que nos hacen sonreír con tan solo recordar. Y es eso exactamente a lo que me refiero. No, no se trata de X o Y persona con la que lo viví. Se trata de aquel momento en el que me permití ser vulnerable, cuando aposté todo por el todo, el instante en el que parecía que el mundo se paraba y no importaba nada más. Se trata de mi. De esas pequeñas victorias que me hacen recordar que a veces vale la pena luchar y no quedarse en el “y si hubiera hecho…”
Seamos valientes y dejemos ir a la persona y no al recuerdo.. aunque sea más difícil de lo que nos atrevamos a aceptar.

jueves, 31 de marzo de 2016

Ajustando el rumbo



Sin sentirlo ya estamos por terminar el tercer mes del año. Siento que el descanso de Semana Santa nos dio tiempo pada evaluar cómo vamos con nuestras metas y definir si debemos de reajustar nuestros planes.
Siempre he creído que es importante decidir a dónde queremos llegar y establecer la estrategia para lograrlo. El nuevo año nos da la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva sobre nuestros planes anteriores y empezar de cero. Claro que todo tiene que tener un por qué. Siento que la vida no solo se trata de vivirla y ya. Tiene que tener un propósito y es nuestra tarea el encontrar eso que nos emociona y nos hace felíz. Eso que nos motive a levantarnos cada mañana y nos haga confirmar que, aunque hay días mejores que otros, vale la pena el esfuerzo de ajustar las velas para ir cumpliendo nuestros objetivos poco a poco.
Hay que estar conscientes que a veces las cosas no salen como las planeamos y tenemos que cambiar nuestros planes… Ajustar el rumbo. Y esto no tiene por qué ser algo malo. Al contrario, tener la madurez para decidir si lo que estamos haciendo nos va a ayudar a cumplir nuestras metas o si debemos de cambiar la estrategia es algo que podría definir nuestro éxito.
Una buena técnica para no aturdirnos es crear pequeñas metas que den como resultado un gran avance. Estas pequeñas victorias van a darnos la motivación para seguir esforzándonos y veremos nuestro meta un poco más cerca. Quizá uno de los mayores retos es perseverar. Sí, siempre empezamos muy emocionados por los nuevos proyectos y es natural sentirnos un poco desmotivados cuando las cosas no salen como lo planeamos. Para mi hay de dos: o tiras todo por la borda o buscas una forma de diferente de hacer las cosas. Simple.
Es una mezcla se pasión, creatividad y empeño lo que se necesita para poder ir en busca de lo que añoramos. Tenemos varios meses más por delante. Hagamos de estos una fuente de retos por cumplir y sueños por alcanzar. Trabajamos por cumplir nuestros anhelos y si algo no está funcionando pues ajustemos el rumbo.
Texto publicado previamente en: https://elindependiente.gt/ajustando-el-rumbo/

lunes, 28 de marzo de 2016

Lo que dejamos ir

Image by © Wavebreakmedia LTD/Wavebreak Media Ltd./Corbis

Los cambios en la vida suponen nuevas experiencias y retos. Pocas veces nos ponemos a pensar en lo que tenemos que dejar ir para darle paso a lo nuevo.
Conforme vamos creciendo, son muchas las cosas que vivimos. Llega un momento en que establecemos nuestra rutina con las cosas que nos resultan cómodas y que van con el estilo de vida que tenemos en ese momento. Cuando algo pasa en nuestra vida, que supone un cambio sustancial, nos enfrentamos a decidir qué cosas tenemos que dejar ir para poder vivir las nuevas experiencias.
Y pasa en todo. Nos graduamos del colegio y tenemos que dejar el lugar que nos parecía tan cómodo. Dejamos ir lo seguro y nos enfrentamos a lo inhóspito. Dejamos nuestro primer trabajo para perseguir nuestros sueños en una nueva empresa, aunque eso implique un puesto menor. Nos damos cuenta de que la persona con la que compartíamos una relación amorosa no piensa lo mismo en temas de vida que son importantes para nosotros y la dejamos ir.
Y esto no es necesariamente malo. Algunas cosas se van pero regresan luego de un tiempo. Algunas amistades “desaparecen” de tu vida y tiempo después unas vuelven y otras no.
Con el tiempo nos damos cuenta que vale la pena dejar que nuestro “perfecto” mundo se ponga boca abajo porque nos da la oportunidad de ver la vida con otros ojos. Nos ayuda a no tomarnos tan serio las cosas que no son importantes. Nos ayuda a relajarnos y a vivir la vida. Claro que todo cambio es complicado y la mayoría de veces nos resistimos a él pero al final todo vale la pena.
Vale la pena encontrar nuevas respuestas a nuestro día a día. Vale la pena no tener siempre todo tan fácil. Vale la pena dejarnos sorprender por lo que la vida nos puede ofrecer… o nos puede quitar. Todo al final tiene un por qué y es una sensación deliciosa el terminar el día agradeciendo por todo lo que tienes y también por lo que no tienes. Ser capaces de disfrutar incluso del mal clima en las vacaciones que estuviste añorando. Darte la oportunidad de dejar el perfeccionismo a un lado y poder disfrutar sin apego de nada.
Te invito a que dejes ir… vas a ver lo rico que se siente.
Texto previamente publicado en: https://elindependiente.gt/lo-que-dejamos-ir/