jueves, 24 de diciembre de 2015

Hay que hacer arte…


El arte en Guatemala está teniendo más apoyo y, aunque falta mucho por hacer, siempre es refrescante ver propuestas nuevas en nuestras calles.
La semana pasada tuve la oportunidad de conocer más sobre el proyecto: Pinta Tus Sueños de Color, una iniciativa impulsada por la marca de pintura Comex. La idea fue buscar espacios libres en donde los artistas pudieran plasmar sus obras de arte y dar así un aspecto renovado al área. Convocaron a artistas nacionales y cada uno hizo su propia propuesta dando como resultado 12 murales en la Ciudad.
Siento que el resultado es algo único que nos da la esperanza como guatemaltecos de creer en nuestro talento y en ser capaces de apoyar y dar críticas constructivas para potencializar la creatividad de los demás. Y, por qué no, empezar a dejar atrás nuestra manía por recrear el famoso cuento de los cangrejos en la olla.
“Guatemala tiene muchas cosas que mostrarle al mundo y nosotros el poder de agregar pinceladas de color”, fueron las palabras de Jorge Mario López, Director Comercial de la marca. Creo que de eso se trata este tipo de propuestas. De darle al chapín un espacio en el que se pueda expresar libremente y que ayude a drenar de forma positiva su visión de la vida.
Me llamó mucho la atención que algunos artistas jóvenes estaban liderando estos murales. Entre ellos Aixa Barrios, de 19 años, fue la encargada del mural en zona 2. Ella pertenece a la Academia Rodríguez y pinta desde los cinco años. “Con estos proyectos se demuestra que en Guate sí se puede. Se puede dar al país la felicidad que necesita. Para hacer arte no se tiene que hablar solo de política, podemos expresar mucho más”, me comentó durante nuestra plática.
Aixa estuvo trabajando durante tres meses, los fines de semana, en su mural. “Mi familia me apoyó para hacer este proyecto. Me acompañaron a cumplir este sueño”. Su motivación principal era simple: hacer arte. “Sí existe gente que cree en uno”.
Renato Vanegas, miembro de una empresa que donó la pared para que se realizara la obra, agregó que “es un primer paso para pensar más en la gente. El crecimiento acelerado de la ciudad hace que las endorfinas que libera el arte se hagan necesarias para la población”.
“Comex ha dado matices de color al gris de la cotidianidad. Ha inspirado a seguir pintando de colores y vida artística al sueño de los guatemaltecos”, matizó Otto Arana, director de la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Es lindo darnos cuenta que aunque estamos inconformes con todo lo que sucede en el país, existen este tipo de iniciativas que ayudan a demostrarnos que vale la pena apostar por Guatemala.


martes, 15 de diciembre de 2015

Reto #4: se honesto contigo

Image by © Henglein and Steets/cultura/Corbis

Suena a tema trillado, lo sé. Pero en esencia de eso se trata. De dejar de escuchar al mundo, al “ahora tenés que hacer esto”, dejar a un lado “tu realidad es otra” y tantas frases tontas de otras personas que solo reflejan sus propios deseos inconclusos.
¿Cuándo dejamos de ser valientes y que nos valiera lo que la gente pensara de nuestras decisiones? Sí, muchos ya estamos “grandes” para no seguir un plan establecido o para tomar riesgos muy grandes. Y cuál es el punto de la vida si todo lo vivimos a lo seguro.
Y para esto creo que lo que más se requiere es valentía y decisión. Suena como a crisis de los 30 pero es que llega un punto en la vida en la que si no te gusta algo hay que ponerse los pantalones y cambiarlo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Pues que no resulte como lo habías pensado y tengas que volverlo a cambiar… ¿y?
Pues este es el reto final que les propongo. Requiere de un trabajo profundo de introspección pero estoy segura que vale la pena. Es desnudar el alma y preguntarse ¿qué quiero y por qué? Es poder ser totalmente honestos con nosotros mismos y seguir en busca de algo mejor, porque siempre puede haber algo mejor. Siempre podemos mejorar lo que queremos, nuestros planes, nuestra visión del mundo.
Esto de hacer del mundo un lugar mejor requiere más esfuerzo interno del que nos gustaría aceptar. En el primer reto nos enfocamos en ver lo positivo pese a todo. Poder ser capaces de encontrar lo bueno hasta en lo que nos cuesta más. En el segundo reto el énfasis se dio en el agradecimiento. En poder dar sin que el objetivo fuera recibir algo, simplemente dar. Y en el tercero volvimos todo más introspectivo y empezamos a enfocarnos en nosotros y a darnos ese tiempo que tanto nos hace falta.
Así que los invito a ser valientes. A escucharse a ustedes mismos y a recordar esos momentos en los que teníamos el coraje de seguir nuestro instinto. El valor para ir a favor de nuestros sueños y en contra de las opiniones de los demás. Por supuesto que tendría que ser con una mano en el corazón y otra en el cerebro. Al fin y al cabo estos años de crecimiento nos tienen que haber servido de algo y no tiremos por la borda lo que hemos construido. Se trata simplemente de dejar lo cómodo e ir más allá.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Tentaciones navideñas

La época navideña es el momento ideal para que las marcas lancen nuevos productos y el maquillaje no es la excepción. Para las mujeres que nos gusta experimentar con buenas marcas, pero sin dejar todo nuestro sueldo en el intento, les dejo estas 5 opciones para que se las pidan a Santa.
Aclaro, la mayoría de estos sets no los venden aquí y los que sí están a precios absurdamente caros. La recomendación es mandarlos a traer, solo pregunten antes con sus servicio de courier cuánto de impuesto tendrán que pagar para tener una idea del costo total.
  1. Urban Decay /Gwen Stefani Eyeshadow Palette
UDGwenStefaniEsta paleta es una creación de la cantante con la famosa marca Urban Decay. La paleta de Gwen Stefani es una edición limitada que tiene 15 colores de sombras escogidas por ella y se basó en los nombres de sus canciones para los nombres. Costo: $58

Hourglass Ambient Lighting Edit
HourglassEsta paleta es la versión condensada de sus polvos, rubores, bronceador e iluminadores. Incluye seis tonos diferentes para poder lograr un contorno e iluminación increíbles. Lo genial de este producto es que contiene partículas transparentes que alteran y favorecer la apariencia de la piel al manipular y refractar la luz. Esto hace que la piel del rostro se vea más lisa y ayuda a disimular las arrugas e imperfecciones. Costo: $80 (Valor real $132)
Buxom / Leave Your Mark Full-On Lip Polish & Lip Cream Set
Buxom

Este set contiene 15 piezas de mini brillos y mini labiales. Es una buena opción para poder probar la fórmula de estos productos, que en realidad es muy buena, y de jugar con los diferentes colores. Trae desde el básico “nude” hasta el morado intenso así que podrás salir un poco de tu zona de confort y probar nuevos looks. Quizá te sorprenda darte cuenta que te quedan bien colores que nunca te has aventurado a probar. Costo: $59 (Costo Real $135)
Becca Shimmering Skin Perfector Opal Glow On The Go
Becca
Últimamente ha estado de moda el utilizar mucho brillo para iluminar el rostro y esta marca es una de las más buscadas. Este es un mini kit que trae la versión en polvo y líquida del tono “Opal”, uno de los más vendidos por esta marca. Claro que es tan hermoso el glow que deja que de seguro pararás comprando el tamaño completo. Costo: $20
Too Faced/ Melted Kisses & Sweet Cheeks
TooFaced
Estas mini versiones de los los tres rubores y labiales mejor vendidos de la marca Too Faced. Ellos aseguran que los rubores duran perfectos por 16 horas en el rostro y que los labiales tienen un color intenso. Tendremos que comprobarlo 😉  Costo: $36 (Costo Real $60)
La lista podría seguir y seguir pero no las voy a tentar más. Solo dejaré este link por aquí (www.sephora.com) y me alejaré lentamente.


¿Cuál te gustaría probar?
Publicado en: http://elindependiente.gt/tentaciones-navidenas/

viernes, 4 de diciembre de 2015

Reto #3: enfócate en ti

Image by © Smart Creatives/Corbis


Esto de tratar de hacer del mundo un lugar mejor puede ser una tarea un poco cansada. En esos momentos en los que creemos que no vale la pena es cuando debemos tomar un descanso.
Hay una famosa frase que escuché hace varios años: “si te pica, es porque es tuyo”. Simplemente se refiere a que si algo no me agrada de alguien más es solo un reflejo de algo que no me gusta de mí. Esto nos puede sonar un poco absurdo y tendremos una negación total hacia esta premisa. Pero si somos sinceros con nosotros mismos y evaluamos la situación desde una perspectiva muy objetiva, quizá podremos darnos cuenta que esta frase es más cierta de lo que quisiéramos aceptar.
Por supuesto que no tenemos que tomarnos las cosas tan literal. Hay que indagar un poco más allá de lo aparente y entender nuestra molestia y cómo esta se proyecta en algo de nosotros mismos.
Y es aquí en donde empieza el reto #3: enfócate en ti. A veces el corre corre de la vida nos da pocas oportunidades para poder ser introspectivos y poder escucharnos a nosotros mismos. Si no es el tráfico que me estresa, es mi novio que no me entiende, mi jefe que me pide más de lo que debería, tratar de mantener mi cuarto en orden o decidir con quién voy a pasar las fiestas de fin de año. Con frecuencia tenemos que estar en mil lugares al mismo tiempo y ser “productivos” la mayor parte del día para poder sentir que estamos siendo exitosos y a veces dejamos del lado lo más importante: a nosotros mismos.
Es una de esas prácticas que debemos de realizar más seguido porque nos dará un norte sobre nosotros mismos. Nos ayudará a entender muchas de nuestras actitudes, el por qué de nuestros miedos, el área en dónde nos sentimos estancados o quizá darnos la oportunidad de ser totalmente honestos con nosotros mismos y tener el coraje de seguir los anhelos de nuestro corazón.
Claro, no es una tarea fácil si realmente lo hacemos a profundidad. Creo que es una buena práctica que nos puede dejar con más preguntas que respuestas… y eso siempre es bueno.
Esta semana tómate ese tiempito extra cada día para escucharte y estoy segura de que te sorprenderás de lo que te tienes que decir.

Publicado anteriormente en: https://elindependiente.gt/reto-3-enfocate-en-ti/

sábado, 28 de noviembre de 2015

Reto #2: Dar sin esperar

Image by © Arman Zhenikeyev/Corbis


La semana pasada trabajamos el dar gracias como recompensa a pequeñas acciones que hacían los demás. Esta semana iremos un paso más allá. Te propongo que volvamos este “dar” en algo más tangible. Una vez más, escoge a una persona diaria para esta actividad. La idea es devolver un poco de esta actitud positiva y de buena vibra.
Esta vez no solo darás un cumplido de forma oral, lo tendrás que acompañar de un detalle físico. No te preocupes, no te estoy pidiendo que sea algo súper caro o que inviertas mucho en esta actividad. Puede ser desde un cafecito que tu hagas en casa o una flor de tu jardín. La creatividad será tu aliada en esta semana.
La idea es recompensar las buenas acciones de los demás con un gesto físico. Una forma más interesante de llevar a cabo este reto es hacerlo de forma anónima. Si la idea es que los demás sientan que sus buenas acciones no son pasadas por alto, el dejar el protagonismo a un lado motivará a los demás a seguir con esta cadena de buenas acciones.
Podríamos caer en la mentalidad de que una acción así no cambiará el mundo. Y puede que en cierta medida esto sea cierto. Sin embargo, a mí me gusta ver siempre más allá. Si bien es cierto que no cambiaremos el mundo con una flor que le entreguemos a alguien, este gesto podría motivar a que esta persona tenga este detalle con alguien más formando así una reacción en cadena.
No vamos a cambiar el mundo con un solo gesto, pero podemos cambiar nuestra parte del mundo que nos toca compartir y lograr que veamos la vida desde una perspectiva de más amor, tolerancia y respeto.
¿Probamos? Los resultados podrían sorprenderte más de lo que crees y además, internamente te sentirás muy bien dando sin recibir nada a cambio.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Reto #1: busca lo positivo

Image by © Sofie Delauw/Corbis

Mucho se ha hablado de los conflictos absurdos que están sucediendo alrededor del mundo. No pretendo ser analista político ni ponerme a defender posturas. Creo que hay que enfocarnos, por un momento, en el fondo y no la forma.
En el lugar en donde trabajo he tenido la oportunidad de trabajar con personas de diferentes culturas y eso hace que podamos entender de forma práctica sobre la tolerancia y la empatía. En ocasiones, por razones culturales, se han dado casos en los que son heridos los sentimientos de alguien por simple ignorancia. Sólo están repitiendo lo que ven en casa.
Esto me ha llevado a buscar una forma en la que los peques puedan aprender a ser empáticos y a respetarse sin importar su origen étnico. Y en general ellos lo entienden y saben la importancia de ser corteses unos con otros aunque en ocasiones no compartan su forma de ver la vida.
Llegué a la conclusión que son las pequeñas acciones las que poco a poco van ayudando a hacer un cambio y por eso diseñé cuatro semanas de simples retos que pueden hacer un cambio en nuestro metro cuadrado. Lo genial es que no sabemos hasta dónde puede llegar esta iniciativa y cuánto bien le podemos hacer a nuestro espacio.
Reto #1: Busca lo positivo
Es muy fácil caer en encontrar los errores de cada una de las cosas que hacen los demás. Cambiando un poco ese chip, te invito a que por una semana elijas diariamente a una persona diferente y busques algo positivo que estén haciendo. Puede ser desde el hecho que siempre saluda con una sonrisa a los policías que cuidan la entrada de su trabajo y los llama por su nombre, hasta alguna actitud destacada y admirable. Quizá porque se esmera por llegar justo a tiempo o por su buena ortografía. Qué se yo, algo positivo que puedas encontrar. Ahora dícelo. Sí, exprésale lo que te asombra de su actitud. No tienes que pasar una hora alabándole. Con una simple frase verás cómo generas asombro en esa persona por tu comentario. Puedes enviar un mensaje, una pequeña nota, un chat, lo que quieras. Sólo hazlo.
¿Te animas?


martes, 17 de noviembre de 2015

Copiamos y reproducimos patrones

Image by © Turba/Corbis

Quién no recuerda aquellos días de adolescencia en los que amparabas tus reacciones en decir “es por culpa de mis papás”. Claro que era mucho más fácil el pasarle la responsabilidad de nuestros actos a alguien más. Y aunque para muchos esos días de juventud ya han pasado, pareciera que se les olvidó madurar. Sí, madurar y tomar responsabilidad de lo que hacen.
Empecemos por el principio. Las personas con las que crecemos definen en gran medida las personas que seremos al crecer. De ellas aprendemos sobre los demás y nuestro papel en la sociedad. Claro que no todo sale perfecto y con el paso del tiempo se van desarrollando adultos con atributos y carencias. Y aquí es donde empieza el trabajo personal.
De niños tenemos pocas oportunidades para ir “en contra” de lo que nuestros papás creían porque, siendo honestos, es lo único que conocíamos como nuestra “verdad”. Al ir creciendo, nos dimos cuenta que aunque hicieron lo mejor que pudieron por criarnos correctamente, hay actitudes y creencias que van en contra de lo que ahora creemos correcto.
Si somos lo suficientemente valientes, nos damos a la tarea de pulir nuestra visión de la vida aunque esto signifique cambiar nuestros paradigmas. No, no es una tarea fácil porque deja al descubierto heridas pasadas que debemos de sanar para poder ser una mejor versión de nosotros mismos.
El repetir patrones puede ser algo que inconscientemente no nos deje ser completamente plenos. Podemos pasar mucho tiempo definiendo nuestro nuevo ser pero algunas veces, cuando todo parece no tener sentido, se abre esa puerta que tiene guardado todo lo que aprendimos de pequeños y que nos sirve de caparazón al afrontar nuevos problemas.
Frases como “me oigo igual a mi mamá” o pelear por cosas sin sentido reproduciendo exactamente lo que vimos en casa, son señales de alarma que nuestro subconsciente nos envía. Lo irónico de todo este asunto es que con frecuencia es durante esas crisis en nuestra cabeza una vocecita nos está diciendo: “ya te diste cuenta que estás actuando como tu papá” o “por qué estás peleando por cosas sin sentido”. Son actitudes que nos hacen sentir cómodos, porque es algo conocido, y que lejos de ayudarnos a manejar mejor las cosas hacen que retrocedamos en nuestro aprendizaje.
Pero hay patrones que sí valen la pena repetir y atesorar como parte de nuestra identidad. Son esos los que hacen que salga lo peor de nosotros mismos a los que debemos de cerrarles la puerta para poder sanar las heridas y empezar otra vez.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Las personas tóxicas

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Image by © Caspar Benson/fstop/Corbis

Primero definamos en simples palabras lo que es una persona tóxica. Es aquella persona que está buscando conflicto donde no hay, que tiene una impresionante habilidad para encontrar problema en todo lo que pasa y la “pobre víctima del destino” a la que todo lo malo de este mundo le sucede. Los encontrarás en tu trabajo, amistades, vecinos e incluso en tu familia. Sí, todos nos hemos topado con este tipo de especímenes. Lo importante es alejarnos de ellos.
Y es que la vida no es sólo cosas lindas, eso está claro. Es más sobre darnos la oportunidad de disfrutar lo que nos sucede y, por qué no, hasta lo que no sucede. Sin embargo, a veces es muy fácil caer en las garras de estos entes que nos orillan a verle el peor lado a lo que nos está pasando.
Huye. Rápido. Muy. Rápido.
Unos por necesidad extrema de atención, otros porque quieren que todos sean tan miserables como ellos. No importa el origen, lo que sí importa es que todos tienen el mismo objetivo.
Estas son unas claves para que los identifiques.
Los “Tiro la piedra y escondo la mano”
Son los especialistas en hablar más pestes de alguna situación o persona y cuando le toca enfrentarse a los demás simplemente se hace la res. El típico: creo que deberíamos de hablar con el jefe sobre el exceso de trabajo. Y cuando se reúnen para hablar del tema finge que fue idea de alguien más.
Los “Por qué todo me pasa a mí”
 Seguro ya tienes alguien en mente con estas características. Justo cuando empiezas a hablar sobre algo que te está pasando, salen con su historia épica en la que sólo le falta que un perro le haga pipí encima. Hacen que toda la atención sea para ellos y que todo lo que les pasa es resultado que el mundo los odia.
 Los “el problema es”
La famosa frase “es que el problema es” sólo puede venir acompañada de una persona que pese a todo tiene una gran capacidad para encontrar el pelo en la sopa. Ninguna idea fuera de lo que ellos piensan es lo suficientemente buena como para que dejen su pesimismo a un lado. Lo importante es no seguirles el juego.
De estos, existen muchos ejemplos más que nos podrían dar más pistas sobre las personas tóxicas. Creo que en la vida no podemos pretender que todo irá siempre bien. Lo que sí podemos hacer es encontrarle el mejor lado a las cosas y huir de este tipo de personas que sólo contaminan nuestras buenas vibras. Es muy fácil caer en este tipo de actitudes pero he comprobado que el ser agradecido siempre es una mejor opción. La vida te regresa lo que le estás dando y dejar a un lado lo negativo sólo te abre más las posibilidades que mejores cosas lleguen a tu vida. Alejarnos de estas personas muchas veces es la mejor decisión, aunque no la más fácil. Establecer límites nos ayudará a tener una vida más en paz. Y al final, lo importante es que nosotros decidimos qué es lo que nos afecta y qué no.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Postres de Halloween para Dummies


Independiente de si estás de acuerdo en celebrar o no Halloween, tener a mano postres fáciles nunca está de más. Te dejo cinco opciones que se preparan más rápido que decir ¡Booo!
Lo primero que tienes que hacer es decorar las copitas. Tendrás que utilizar marcador permanente para que no se te despinte lo que dibujaste. Puedes utilizar los ojitos que se usan para las manualidades y pegarlos con silicón frío. Si no los tienes a mano, solo dibújalos. Te quedará algo como esto:
Momia:
Solo tienes que cortar pedazos de gasa. Entre más irregulares sean mejor. Coloca los dos ojitos con silicón frío. El toque final será rellenar con gelatina de piña.
Calabaza:
Para esta solo tienes que dibujar la boca y los ojos. Rellena con gelatina de naranja y listo.
Frankestein:
Coloca los ojitos y dibuja la boca con marcador permanente. Recuerda dibujarle la cicatriz en la frente. Rellena con gelatina de limón.
Los famosos gatos negros
Estos animalillos son muy populares y lo serán más porque son básicamente puro chocolate. Esto es lo que necesitarás:
Coloca dos botonetas verdes sobre la galleta. Recuerda dibujar la pupila con marcador de tinta comestible color negro. Corta dos triangulitos de galleta para las orejas y busca un “Pedrito” color anaranjado para la nariz.
Los cuidadores de la noche
Con estos búhos no hay pierde. Lo mejor es que no tienes que hornear nada si no quieres 😉
Abre dos galletas y colócalas sobre el pingüinito. Pon una botoneta café en cada ojo como la pupila. Para la nariz, usa una botoneta anaranjada. Recuerda que la tienes que poner de forma vertical. Por último, corta dos triangulitos de galleta para representar las orejas.
Y si todos estos esfuerzos no funcionan, siempre puedes ir a nuestra página https://www.facebook.com/dreamcakesgt y lo haremos por ti 😉

Publicado previamente en: https://elindependiente.gt/postres-de-halloween-para-dummies/

miércoles, 21 de octubre de 2015

Cuando el alma quiere escribir


Image by © Radius Images/Corbis
No se trata solo de escribir por escribir. Va más allá de sentarse y empezar a elaborar oraciones con buena gramática y sentido entre sí. Es desnudar el alma. Es ser capaz de volverse vulnerable frente al mundo y aceptar lo bueno y lo malo que venga de regreso. La crítica es lo más crítico del asunto…quizá. Y es que, siendo sinceros, a nadie le gusta ser criticado. Muchas veces la crítica viene sólo de personas que no se atreven a alejarse su zona de confort y pretenden que todos seamos igual.
La bendita “zona de confort”. ¿Qué será lo que nos amarra tanto a ella? El miedo a lo desconocido o la comodidad de lo conocido. Alejarnos de ella supone poner todo de nuestra parte para lograr un cambio real y no, como en muchas ocasiones, regresar a los viejos patrones. Eso que hace que nos preguntemos por qué las cosas no van como las planeamos y que nos hacen estar en un círculo vicioso constante.
Creo firmemente que no se trata de cambiarnos a nosotros mismos. Si mejor pensáramos en mejorarnos a nosotros mismos, todo cambio tendría más sentido. En realidad no hay nada tan malo con nosotros como para querer que ser alguien más. Sí, en apariencias podemos creer que la vida que alguien más tiene es perfecta en comparación a la nuestra. Pero en esencia, todos creemos en algún momento que no todo va del todo bien en nuestra vida.
La vida se trata de eliminar la constante comparación y lograr ser felices con lo que la vida nos da. Obvio no se trata de que nos acomodemos y seamos conformistas. Se trata de ser menos duros con nosotros mismos y trabajar en lo que según nosotros son nuestras deficiencias y partir desde ahí.
Y sí, escribir es algo que viene desde el alma. Y hoy el alma tenía ganas de salir.

jueves, 15 de octubre de 2015

De vez en cuando es bueno parar el mundo y hacer una revisión de nuestra imagen. Con el poco tiempo que tenemos para todo, es usual que dejemos para después lo "menos urgente". Sin embargo, tomar tiempo para nosotras mismas es algo que debemos privilegiar para motivarnos y levantarnos más contentas cada día.

Al leer esto probablemente te pase por la mente, al igual que a mí, que todo ese trabajo requiere de inversión extra mensual y en ocasiones no podemos destinar tanto dinero como quisiéramos para estos gustitos.

Es aquí en donde nos tenemos que portar creativas y lograr hacerlo sin tener que sufrir para llegar a fin de mes. Estas son algunas ideas que se me ocurrieron. Seguro ustedes tienen más que pudieran compartir para ayudarnos entre todas :)

Faciales naturales
La ventaja de que últimamente TODO lo natural está de moda, es que no tenemos que gastar mucho dinero en mascarillas que nos ayuden a mejorar nuestro rostro. Aparte nos sirve de excusa para tener, por lo menos, quince minutos para nosotras mismas.

La famosa receta de la abuelita, en la que mezclas miel y avena es buenísima para darle suavidad y vitalidad la piel de tu rostro. Solo asegúrate de usar una bandita para alejar tu pelo de la cara o terminarás pareciendo un panqueque en domingo.



Un baño relajante

Quién no quisiera tomarse una hora diaria para relajarse en la tina, luego de un largo día. Como no siempre tenemos tanto tiempo para esto, te propongo que organices tu horario para poder hacerlo una vez a la semana. A mi me ha funcionado hacerlo súper noche cuando ya no me queda nada pendiente por hacer. Así puedo tomarme todo el tiempo que quiera y duermo como bebé.



Escoge tu ropa la noche anterior

La mañana puede ser un corre corre constante y no hay nada más desesperante que salir de mal humor porque no encontraste el outfit perfecto para ponerte. Tomarte cinco minutos para decidir qué ponerte te ayudará a tener un estrés menos en la mañana. Además, te asegurarás de que te sientes cómoda y linda con lo que llevas puesto.

Estas son algunas ideas que te pueden ayudar. 

¿Qué otras ideas se te ocurre?

Un abrazo en la distancia,


miércoles, 14 de octubre de 2015

Se nos fue la capacidad de asombro


Image by © Corbis
Parece que de un tiempo a acá hemos dejado de sorprendernos por las cosas de la vida. Y no hablo solo de lo obvio como el olor de las flores o lo maravilloso de los atardeceres. Me refiero a todo lo que está a nuestro alrededor. En realidad, es la combinación de varios factores los que hacen que nuestra capacidad de asombro se fugue por la ventana.
La tecnología, por ejemplo, nos ha acercado a tantas cosas que nos aleja de poder apreciar los pequeños milagros de la vida. Tenemos tan a la mano fotografías, videos, lecturas, conversaciones que con solo un click se despliegan ante nuestros ojos. Y creo que lo que sucede es que todo es tan inmediato que solo vemos el resultado final y no nos detenemos a pensar en el proceso que se llevó a cabo para lograrlo.
Hemos perdido la sensibilidad ante las injusticias y somos más resistentes a sentir empatía por los sufrimientos ajenos. Y esto va desde la muerte de miles de sirios, que es una noticia tan frecuente que la cantidad de fallecidos se toma como un número más, hasta los pobres perros y gatos abandonados y en busca de hogar. Es algo tan constante en nuestro día a día que incluso lo llegamos a tomar como normal y en la mayoría de ocasiones no causa más que un “pobrecitos” de nuestra parte.
Nos ayudaría de vez en cuando ver la vida con los ojos de un niño. Claro, esto suena a libro de autoayuda pero en esencia es un poco de lo que le falta al mundo para vivir con más armonía. Pensemos por un minuto qué es lo que a un niño le sorprende tanto de todo. Dejando a un lado que todo es nuevo para él, un niño se enfoca específicamente en una cosa a la vez. El sonido de la lluvia y verla caer son un espectáculo en el que la mayoría de sus sentidos están involucrados y se asombran de ellos. Los niños están ajenos a todo a su alrededor en el momento en que algo les llama la atención. Claro que tienen la ventaja de que la tecnología no se ha apoderado de su tiempo y no sienten ansiedad por no ver el nuevo mensaje de Whatsapp que les llegó o de ver las notificaciones de Facebook. Y es un poco contradictorio porque nosotros los adultos tenemos la opción de ser o no esclavos de la tecnología, el trabajo, el tráfico y darle a todo su justo valor.
Darnos la oportunidad de sorprendernos a nosotros mismos y ver más allá de todo lo que tenemos y lo que nos rodea puede hacernos sentir personas más felices por lo que tenemos. Nos va ayudar a no dar las cosas por sentado y a agradecer y apreciar los pequeños milagros de la vida que ocurren a cada segundo y no los vemos por estar enfocados en otras cosas.
No sé… se los dejo para que mediten

jueves, 8 de octubre de 2015

¡Volvimos para quedarnos!

Los nuevos retos pueden asustarnos algunas veces. ¿Qué sueño has dejado de perseguir?

Avanzando a paso firme

Hace tiempo ya de que abrí el blog y, aunque no he sido tan constante, es un proyecto que me emociona muchísimo. Esto me llevó a pensar en el por qué solemos aplazar las cosas que nos emocionan solo porque requieren sacrificio y constancia de nuestra parte.

Hacer los que nos emociona debe ser la premisa que guíe nuestras actividades y metas. Ha de ser que pensamos en todo lo que "podría ir mal". Es como un método de autosabotaje que no nos deja ver más allá y luchar por lo que queremos.

Muchas cosas han cambiado en mi vida desde el inicio de esta aventura y estoy segura que retomarlo en esta etapa es el momento ideal para alcanzar lo que he soñado por tanto tiempo.

Espero me puedan acompañar en este viaje.

Y tu, ¿qué sueño no te has atrevido a alcanzar?

Abracitos en la distancia

miércoles, 7 de octubre de 2015

Agradecer… ¿Y Por Qué?

Image by © Christina Falkenberg/Westend61/Corbis
Suena un poco trillado el motivarlos a ser agradecidos cuando el país está sufriendo una triste tragedia. Y es que es en estos momentos cuando vemos a nuestro alrededor y podemos apreciar todo lo que tenemos desde otra perspectiva.
Quizá el corre corre de la vida nos ciega muchas veces sobre las cosas importantes. La cotidianeidad hace que pasemos por alto los pequeños milagros de la vida, como despertar, abrazar a nuestra familia, percibir el olor a tierra mojada, tomar una buena taza de café o poder acurrucarnos con nuestra pareja para disfrutar de un buen vino. Requiere de nuestra atención el parar un momento el mundo para dejar tanta queja y verle lo positivo a las cosas.
Quejas, a veces parece que disfrutamos tanto de las quejas. Y siendo totalmente honesta, hay algo especial en quejarse. Es una deliciosa catarsis que se produce en nuestro cuerpo al momento de alegar y detallar todas las cosas que nos están saliendo mal. En ocasiones hasta somos detectives especialistas y le echamos la culpa a todo el mundo y, casualmente, somos los últimos en la lista. Claro que ser responsables sobre lo que nos está saliendo mal no es algo que le agrade a nadie.
Y creo que es ese el problema. No es lo que está saliendo mal, es cómo reaccionamos ante estas situaciones.  “El tráfico está imposible”, claro esperamos ser siempre los únicos en la calle y que mágicamente lleguemos a nuestros trabajos a tiempo siempre, aunque salgamos diez minutos antes de nuestra hora de entrada. “Ya no soporto a mi jefe”, obvio tener a alguien diciéndonos constantemente cómo hacer nuestro trabajo es algo insoportable, cosa que no tendría que hacer si cumpliéramos con los tiempos de entrega. “No hay forma en que baje de peso”: sí, comer es uno de los placeres más deliciosos del mundo, pero tener control sobre lo que como va a definir el estado de mi cuerpo.
No me lo tomen a mal, no es querer tapar el sol con un dedo. Es poder ver la vida desde otra perspectiva. Es ser capaces de asumir las consecuencias de nuestros actos. Es dar gracias por lo que tenemos y también por lo que no tenemos. Es no cansarnos de ver las cosas lindas de la vida. No es ser ajenos al dolor del prójimo, es encontrar la forma en la que puedo ayudar al prójimo.
Suena algo muy utópico, pero en este caso apuesto por la utopía. La decisión es tan personal que podemos estar teniendo la vida que siempre quisimos y queremos enfocarnos en la única cosa que no está saliendo como nuestros planes y dejar a un lado el millón que sí lo están, perdemos la oportunidad de ser felices y de disfrutar el ahora.
Vale la pena intentarlo. Es un hábito que va a requerir de ser constantes y pacientes con nosotros mismos. Cambiar el “cassette” no es algo fácil. En nosotros está el poder disfrutar del camino de la vida. Claro, si no seguimos empeñados en ver el popó de pájaro en el windshield en lugar del hermoso paisaje.

Texto publicado anteriormente en: https://elindependiente.gt/agradecer-y-por-que/

miércoles, 30 de septiembre de 2015

MATERNIDAD: La Realidad Supera Todas Las Expectativas

Tres libras y cinco onzas cambiaron mi vida para siempre. Y sí, suena a cliché pero nunca una frase había tenido tanto sentido para mí. Y aunque a veces la situación parezca muy dura, la fe es lo que nos mantiene en pie.
A mis 31 años, la llegada de nuestro primer bebé era la culminación de mi más grande sueño. Mi embarazo fue más que genial. Cero náuseas, mareos o vómitos. Eso sí, sueño, mucho sueño. Al día siguiente que nos enteramos que estábamos embarazados fuimos a ver por primera vez su pequeñito corazón latir. Y la verdad fue la melodía más hermosa que jamás se escribió, seguro saben de lo que estoy hablando. Decidimos aventurarnos a conocer el sexo del bebé hasta que naciera, ya después les contaré cómo fue esa experiencia. La ilusión de tenerlo entre mis brazos era tan grande que parecía que el tiempo no pasaba tan rápido como queríamos. Claro que cuando se iba acercando la fecha del parto me di cuenta de la responsabilidad que ser mamá conlleva y, aunque no todas lo aceptemos, me entró un miedito a lo desconocido.
La noticia de que nacería un mes antes nos agarró por sorpresa y ese maravilloso 16 de marzo nuestro Fernando Julián nos hizo papás. No, el parto no fue natural como siempre había soñado pero el por fin conocerlo y saber que él estaba bien, hizo que las tres horas de todo el proceso de la cesárea valieran la pena.
Nunca pensé que podría sentir tanto por tres libras y cinco onzas de puro amor. Sus manos, sus pies, todo él era perfecto. Con su primer llanto nos dimos cuenta de que iba a ser un campeón y que nos iba a enseñar de lucha y fe. Luego de que pude besarlo el doctor se lo llevó a la revisión de rutina y decidió que se quedaría en cuidados intensivos. Y aquí fue donde los tres empezamos a aprender uno del otro.
No, no tuve visitas en el hospital dándole la bienvenida. No pudo pasar de brazo en brazo para conocer a toda la gente que lo esperaba con tantas ansias como nosotros. Ni tampoco tuve la foto perfecta, esa imagen que uno muestra orgullosa para que el mundo conozca a nuestro hermoso bebé. Pero todo eso no me importó.
Podíamos verlo solo cinco minutos cada hora y ni la operación ni el cansancio hizo que faltáramos a una visita. Ver la fragilidad de su cuerpo pero lo fuerte de su personalidad me hizo saber que al final todo iba a estar bien. Una semana después de estar en intensivo fue el momento de ir a casa y con un poco de temor pero con mucha ilusión le pusimos su trajecito, que claro, le quedó enorme, y partimos a su nuevo hogar.
La logística de las visitas fue algo complicado. Solo los abuelos podían visitarlo pero por periodos cortos de tiempo y después de que verificáramos que se habían lavado y desinfectado por completo. Cambiarnos de ropa cada vez que estábamos en contacto con alguien más, mantener calientito el cuarto, estar pendiente de que comiera fueron solo algunas de las cosas que implementamos en nuestra nueva rutina ¡Nunca me había lavado las manos tantas veces en toda mi vida!
Las semanas fueron pasando y aunque el pronóstico del doctor era de que el bebé llegaría a las seis libras a los dos meses, él lo logró en solo 30 días. Una vez más nos dio una lección de tenacidad. Dos meses alejados del mundo exterior fue una prueba muy dura y me ayudó a entender sobre la fragilidad de la vida y la importancia de estar siempre agradecida por todo lo bueno y lo malo que pasa ya que siempre hay una lección que aprender.
Aunque fueron semanas de muchas emociones encontradas, cansancio y un poco de desesperación por el encierro, nos dio la oportunidad de tener un tiempo íntimo sólo los tres. Creo firmemente en encontrarle siempre el lado positivo a lo que me pasa y verlo de esta manera hizo que esto que nos tocó vivir sirviera para hacernos crecer.
Uno de mamá cree que estamos en este mundo para enseñarles cómo vivir y es sorprendente que al final nos damos cuenta que son ellos quienes vienen a enseñarnos lo que es verdaderamente vivir. Como el más anhelado encuentro, esperamos que el momento de conocer a nuestro bebé sea mágico. Y la verdad, es que la realidad siempre supera las expectativas.